El crecimiento de la población de Lima de cerca de 100 mil habitantes cada año, la urbanización desmesurada que destruye los valles productivos, el transporte urbano congestionado y saturado, y la limitado planificación de la gestión y manejo de los residuos sólidos, entre otros factores, harían que en los próximos años, se intensifique los impactos del Cambio Climático, advirtió Sonia Rodríguez, jefa del Departamento de Desarrollo Territorial y Medio Ambiente de la ONG Alternativa.
Sobre el acceso al agua. En este escenario, en una Lima en donde ya un millón de habitantes no tiene acceso a este recurso “Originaría que se restrinjan, aún más, las condiciones para disponer de agua, así como la producción de alimentos por la pequeña agricultura, con consecuencias graves para la vida y la salud de las personas, en particular de las zonas más pobres, marginales e informales de la ciudad” señaló Rodríguez.
Además, el deshielo de los nevados y de los casquetes polares, causaría el aumento del nivel del mar y de los caudales de los ríos, por lo cual, las poblaciones asentadas en poca altitud, o en las riberas se verían afectadas por inundaciones, con las consiguientes enfermedades como la malaria y el dengue, apuntó la especialista.
Ante esta situación, Alternativa está proponiendo una Agenda de las Ciudades, con acciones específicas referidas al agua, que involucran a Estado y ciudadanía, entre las que destacan, por ejemplo, el diseño de proyectos y asignación de presupuestos para hacer frente al cambio climático, la protección de las fuentes de agua y aplicación de sistemas de almacenamiento para este recurso.
Además de fomentar la articulación con la ciudadanía para la promoción de hábitos saludables para el consumo de agua, la orientación en la segregación y reciclaje de residuos sólidos para la disminución de los GEI, promoción del consumo de productos locales e implementar un modelo de urbanización diferente que no perjudique las áreas estratégicas, indicó.
Sobre la Cumbre de los Pueblos y la COP20
Estas propuestas vienen siendo presentadas en diversos espacios, entre ellos la Cumbre de los Pueblos, al que Rodríguez califica como “un espacio donde la sociedad civil y los movimientos sociales debaten sobre la Agenda Climática ‘desde abajo’. Por eso es importante como un mecanismo de incidencia sobre los gobiernos y sus intereses”.
Con respecto a la COP20, en donde participa como observadora, señala que “después de una semana de reuniones, aún no están asegurados los acuerdos que garanticen compromisos de los países que tienen mayor responsabilidad en las emisiones de Gases de Efecto Invernadero GEI”
“La sociedad civil está planteando la acción urgente. Sin embargo, los representantes gubernamentales no parecen actuar con ese sentido ni en el tono de las conversaciones ni en el interés de lograr rápidos acuerdos de reducción de emisiones de CO2 que afectan a miles de personas por efecto de la utilización de combustibles fósiles (petróleo y derivados). Se requiere un compromiso urgente por el cambio a energías renovables, como una condición de salvar el planeta” expresó.
Sonia Rodríguez es arquitecta, con especialidad en Gestión Urbano-Ambiental y tiene 26 años de experiencia en planificación territorial participativa con énfasis en la ciudad y sus cuencas. En los últimos años ha liderado proyectos de Gestión Integrada de los Recursos Hídricos tanto a nivel local como regional.
