“Tener agua y desagüe en casa eso es lo que más queremos”, nos dice Danitza De la Cruz, una de los casi 50 mil pobladores que tiene el Asentamiento Humano Nuevo Pachacútec, ubicado en el distrito de Ventanilla al norte oeste de Lima, una de las zonas más desérticas de la capital.
Danitza De la Cruz y su familia gastan entre 100 y 120 soles mensuales en agua, la cual compran a los camiones cisternas que diariamente reparten este importante recurso en la zona.
El agua para Nuevo Pachacútec proviene de la cuenca del río Chillón, una de las tres cuencas que proporciona agua a todo Lima. Pero la cuenca del río Chillón tiene agua solo tres meses del año, situación que se agrava por el proceso de desglaciación de nuestros andes que ha provocado que el agua del río deje de almacenarse en estado sólido y se vaya al subsuelo con lo cual su extracción es más difícil y costosa.
Se estima que los glaciares peruanos han perdido el 40% de su superficie en las últimas cuatro décadas. Esto podría causar que en el futuro el río Chillón disminuya su caudal e incluso pueda desaparecer, en cuyo caso, Nuevo Pachacútec, Lima y toda la costa peruana podrían sufrir una grave escasez de agua. Sin duda, los efectos del cambio climático se sienten en Lima.
Cambio climático y desigualdad
El Reservorio del Comité Vecinal de Administración del Agua Potable (COVAAP) es uno de los 17 que existen en Nuevo Pachacútec y que abastecen de agua a las familias que no tienen conexión domiciliaria. Estas familias pagan por el recurso un promedio de 60 a 80 soles mensuales, un costo menor del que paga Danitza De la Cruz, quien debe abastecerse de agua directamente de un camión cisterna.
Cada reservorio atiende entre 200 a 300 familias. Una de ellas es la familia de Ycella Bonilla, una mujer emprendedora quien con su esfuerzo ha logrado instalar en su casa un tanque de agua, mejorando así la calidad de vida de su familia. “Ahora sí tenemos agua dentro de la casa y agradezco por tener una vida digna”, enfatiza.
La construcción del Reservorio del COVAAP fue una iniciativa de Alternativa, una ONG que trabaja hace varios años con Oxfam en Perú. Para ello, promovió un proyecto de trabajo comunal, que consistió en construir reservorios de agua en lugares apropiados de este asentamiento humano, recuperando para ello el trabajo comunal. “La misma población trabajó y puso mano de obra para terminar estos reservorios, queremos que las familias cuenten con agua segura mediante sistemas comunales de abastecimiento, administrados y vigilados por ellas mismas”, explica Oswaldo Cáceres de Alternativa.
Se estima que el consumo de agua en Nuevo Pachacútec es de 16 litros diarios per cápita, menos de un tercio del mínimo recomendado por las Naciones Unidas para cubrir las necesidades esenciales de una persona (50 litros diarios).
La lucha diaria de Nuevo Pachacútec para obtener agua es un claro ejemplo de lo escaso y vulnerable que es el suministro de agua en Lima, y cómo el impacto de cambio climático en los recursos hídricos se está volviendo rápidamente un riesgo crítico en el Perú, el tercer país más afectado por el cambio climático en el mundo.
Fuente: http://goo.gl/uljasM
Fotos: Percy Ramirez/Oxfam