En Alternativa nos “compramos el pleito” y participamos con ASPEC, el Colegio de Nutricionista, la Sociedad Peruana de Nutrición y otros, para lograr que la Ley 30021 fuera una realidad; por ello tenemos que dejar constancia, protestar y tomar acciones frente a la incapacidad de los responsables de su reglamentación que ha permitido que dos años después de su promulgación, la Ley 30021 sea “letra muerta”.
Quienes nos preocupamos y ocupamos por el incremento del sobrepeso, la obesidad y las enfermedades no trasmisibles (hipertensión, diabetes y enfermedad coronaria) en nuestro país, consideramos que para enfrentar esta pandemia que está directamente relacionada con el incremento de la oferta y consumo de alimentos ultra procesados, con contenidos dañinos para la salud, necesitamos instrumentos claros para que estado y sociedad asuman a cabalidad el rol de defensa y promoción de salud que corresponde y para promover en la población estilos de vida saludables.
La Ley 30021, busca de reducir la obesidad infantil y las enfermedades relacionadas mediante:
• La vigilancia del sobrepeso y obesidad
• La educación alimentario nutricional en las escuelas.
• El incremento de la actividad física de los niños escolares
• La disminución del acceso a comida chatarra en las escuelas y,
• La regulación de los mensajes publicitarios de comida chatarra
Es en la infancia cuando se instalan y consolidan los hábitos alimentarios; la Ley 30021 va a facilitar un cambio positivo en la alimentación de nuestros niños evitando que en los kioscos y comedores escolares se promueva la “comida chatarra”; también va a fomentar la actividad física en los colegios; y lo que es más importante, y por ello genera tanta resistencia, va a regular la publicidad de los alimentos y bebidas orientados a la población infantil.
Como sucedió durante con la lucha contra el tabaco, en el tema de la alimentación saludable se está dando un enfrentamiento entre diversos actores: De un lado los defensores de la salud pública y de los derechos de los consumidores y de otro las industrias de alimentos y bebidas ultra procesados, las empresas de publicidad, los medios de comunicación con intereses económicos, asociados con los defensores de los derechos individuales que consideran que el estado no debe intervenir en las preferencias alimentarias de sus ciudadanos.
En ALTERNATIVA consideramos que es necesario que en el más corto plazo podamos contar con un reglamente claro y aplicable sobre los parámetros técnicos para calificar como ALTOS los contenidos de azúcar, sodio y grasas saturadas en alimentos procesados, que permita la aplicación de la Ley 30021 en su integridad; por ello exhorta a las autoridades sanitarias a buscar consenso entre las instituciones y personas de la comunidad científica y de la sociedad civil, para que este sea realizado de la mejor manera posible.
Con los parámetros definidos en el reglamento, y la obligación de consignar en forma clara, legible, destacada y comprensible cuando un alimento supera los límites recomendados para azúcar, sodio, grasas saturadas y grasas trans, las madres de familia, los profesores y los escolares podrán discriminar claramente y tomar decisiones informadas sobre lo que quieren consumir.
Comité Directivo de Alternativa, Centro de Investigación Social y Educación Popular